“Modos discursivos”
Cuando
piensas en un discurso, ¿a qué te remites? Muy probablemente a una charla
publica presidida por ejemplo, por un político.
Sin
embargo, en el ámbito literario, el discurso tiene un sentido más
amplio y se refiere a expresar una idea ya sea hablada o escrita, con una
intencionalidad. Según la academia en Letras Helena Beristaín (1927), el
discurso es “el lenguaje puesto en acción”.
¿Te
suena igual un ruego para pedir permiso para una fiesta que la lista del súper?
Seguramente no. Cada texto tiene una intención diferente y de acuerdo a esta,
tiene una organización y expresión distintas.
Los
modos discursivos se refieren a la manera en que un texto expresa algo de
acuerdo a una intencionalidad en particular.
Según
el propósito del autor, podemos clasificar los modos discursivos en:
definición, demostración, comparación, especificación, enumeración, refutación,
ejemplificación, referencia, recapitulación, amplificación y síntesis.
DEFINICIÓN:
El
modo discursivo de definición busca detallar las características que
hacen único a un concepto. Responde a la pregunta ¿Qué es?
DEMOSTRACIÓN:
El modo discursivo
de demostración busca dar información que respalde la postura del
autor. Es común el uso de estadísticas o datos duros –números o cifras- que
demuestren que el resultado del autor es correcto.
COMPARACIÓN:
El
modo discursivo de comparación implica la existencia de dos o mas
ideas o elementos que son contrastados en el texto exponiendo las
características de cada uno y que pone en evidencia tanto sus diferencias como
sus coincidencias.
ESPECIFICACIÓN:
El
modo discursivo de especificación tiene que ver con aterrizar una
idea a un elemento en particular. Algunos de los marcadores que pueden preceder
una especificación son: particularmente, especialmente, en específico y
específicamente.
ENUMERACIÓN:
El
modo discursivo de enumeración expresa una concatenación de elementos
separados generalmente por una conjunción o una coma (,).
REFUTACIÓN:
El
modo discursivo de refutación implica la negación de una idea o
elemento del texto con argumentos pare respaldar dicha negación. Normalmente en
la estructura de una refutación se expone primero la idea a refutar y después
se niega demostrando hechos o datos que apoyen la idea del autor.
EJEMPLIFICACIÓN:
En
el modo discursivo de ejemplificación, el autor menciona elementos
diversos para demostrar o ilustrar una idea principal. Otro de los objetivos de
la ejemplificación es dar claridad al lector sobre la idea que se quiere
demostrar.
REFERENCIA:
El
modo discursivo de referencia busca demostrar una idea a través de
una cita textual o paráfrasis.
La
cita textual implica la repetición exacta de las palabras de otra persona y, en
un texto, debe ir siempre entre comillas (“ ”); mientras que la paráfrasis se
expresa a través de la repetición aproximada de las palabras de otro y no debe
ir entre comillas.
RECAPITULACIÓN:
El
modo discursivo de recapitulación retorna alguna idea el autor ha
mencionado con anterioridad en el texto. Algunos de los marcadores textuales
que se pueden usar en este modo discursivo son: recapitulando, retomando, como
se mencionó anteriormente.
AMPLIFICACIÓN:
El
modo discursivo de amplificación tiene como objetivo dar a conocer al
lector más elementos para extender su panorama sobre la idea que el autor
quiere comunicar.
SÍNTESIS:
El
modo discursivo de síntesis busca resumir la idea principal de un
texto para reforzar y exponer de una manera clara y concisa la postura del
autor; por eso, es común encontrarlo en el párrafo inclusivo o de
cierre. Puedes usar alguno de los marcadores siguientes: en síntesis, como
conclusión o para concluir, como puedes ver en el ejemplo.
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